viernes, 2 de octubre de 2009

Cobos hay uno sólo



A veces, muchos esperan milagros que se dan cada varios años, decadas o simplemente hechos que son ineditos. El caso Cleto Cobos es único en el mundo, para aquel que quizá se despierta de una hibernación o de un coma paso a explicar. El vicepresidente de la Nación, Julio Cleto Cobos desempató en una sesión de cámara alta con su voto. Ese voto fue en contra del partido al que él representa, el FPV, partido con el que llegó al cargo que ocupa. De esta manera propició un caso único en el mundo, un vicepresidente que vota en contra de una ley impulsada por su presidente. En los tres casos de la historia de EE.UU., en los que el vice debió desempatar, siempre lo hizo en favor de su presidente. Cleto no se limitó a protagonizar un "borocotazo" sino que, además, a partir de ese voto, que para algunos fue considerado como el día de la democracía o pavadas por el estilo, este hombre comenzó a conspirar contra el gobierno del que él forma parte. Se reunió con la oposición en plena campaña electoral, alentó a candidatos propios a ir contra el gobierno y demás declaraciones desafortunadas. En la plataforma electoral del FPV del 2007 está como una de las prioridades, la sanción de la ley de medios, a la que hoy el Cleto se opone fervientemente.


Los medios buscaban a otro Cobos en el senado, ayer por la tarde el presidente de la Comisión de Sistemas y Medios de Comunicación, Guillermo Jenefes (del FPV) presentó reparos acerca de la ley pero anunció que apoyaría al proyecto: "no tomaré al partido de rehen, apoyaré el proyecto como lo ha hecho el resto de mi bloque", dijo, luego de ponerle su firma al dictamen y lograr así las firmas necesarias para que a partir de la próxima semana, la ley de Servicios Audiovisuales comience a ser tratada en la camara alta. Horas después se buscó trasmitir este acto como una incoherencia por parte de Jenefes, que en realidad fue pura sensatez: si yo represento a un partido acataré lo que decida mi partido y el resto de sus integrantes.
El problema está en que esa sensatez, sentido común, coherencia o como lo quieran llamar está perdida y gran parte de la culpa la tiene el querido Cleto, que por suerte, por ahora hay uno sólo.