Crónica de una mañana macrista

Ayer por la mañana se produjo un desalojo brutal en el barrio de Almagro, en el que la policía brutalmente reprimió a los voluntarios (entre los que se encontraban docentes) que trabajaban en un centro cultural comunitario, en un local recuperado en el 2001 luego de que el dueño declarara la quiebra. Sin embargo los trabajadores recuperaron este espacio para la comunidad, como espacio cultural y también como comedor. Gracias a ciertas facilidades que da la justicia, una persona compró por unos pocos pesos este local y solicitó el desalojo inmediato. La policía nunca mostró la orden de desalojo a ninguna de las personas que trabajaban en el lugar, si bien existía tal orden, y las retuvo durante 6 horas dentro del centro comunitario. Los ocupantes no se resistieron, habían decidido salir pero al poner un pie en la calle, la policía los reprimió en forma salvaje.

Además resultaron heridos tres periodistas, entre los que estaba un movilero de FM La Tribu. Horas más tarde el Jefe de Gobierno dio una conferencia de prensa, con el simio de su Jefe de Gabinete, Rodriguez Larreta. En tal conferencia, Macri no hizo más que hacer un racconto de su labor de filántropo y como su administración destina una gran cantidad de recursos para los pobres, porque parece que desde hace una semana es lo único que interesa hoy en día. Ahora encima se apropian de los pobres: la inmunda iglesia, los campestres, el monopolio Clarín y la oposición (la UCR, los otros justicialistas, la profeta de cataclismos: Carrió, etc.).

Lo de Macri no sorprende, los desalojos en la Ciudad de Buenos Aires están a la orden del día y lamentablemente se profundizarán cuando la Policía Metropolitana comience a funcionar.

Claro, las expropiaciones de cooperativas y fábricas recuperadas son para recuperar la propiedad privada que los capitalistas supieron quebrar. Encima ahora se quejan de que el Estado se va a hacer cargo del fútbol, lo cual va a ser un negocio para el Estado (ojo, es lamentable que la Presidenta se reuna con un mafioso como Grondona), el problema naturalmente es que el negocio se lo sacan a un monopolio de medios, ahí está la injusticia... pobre Clarín.